¿Cuántas personas viven en situación de pobreza en tu ciudad? ¿Cuáles son los principales retos para el abastecimiento de agua potable en los sectores populares? ¿Cuánto porcentaje de la población de una ciudad se moviliza en transporte público en sus recorridos diarios? Todas son preguntas relevantes para el diseño de políticas públicas que busquen mejorar la calidad de vida en las zonas urbanas.
Hoy en día, el acceso a datos e información determina la forma en la que vivimos y transformamos nuestro entorno. Los gobiernos, en sus diferentes escalas, son cada vez más dependientes de los flujos de datos e información sobre ciudades. Ante esta demanda relativamente nueva, surgen los observatorios urbanos.
Los observatorios urbanos son plataformas de gestión del conocimiento sobre ciudades y asentamientos urbanos a través de los cuales se puede obtener información para ser analizada, procesada y transmitida con fines específicos. Los observatorios miden y hacen seguimiento a las condiciones de las ciudades a través de la selección, recolección, manejo y aplicación de indicadores que hacen de la información un recurso más accesible para los políticos, planificadores urbanos, investigadores y ciudadanos.
Existen cinco funciones fundamentales de los observatorios urbanos:
- Recolectar datos e información sobre las ciudades y las actividades que se realizan en ellas.
- Llevar a cabo procesos de investigación que generen conocimiento nuevo sobre las áreas urbanas.
- Apoyar y/o generar recomendaciones para el diseño de políticas de desarrollo urbano.
- Desarrollar capacidades relacionadas a la planificación urbana y el manejo de datos para técnicos y profesionales en el área del urbanismo y las políticas públicas.
- Facilitar el diálogo y promover el activismo ciudadano en el marco de las políticas públicas urbanas.
Una red internacional
Desde los años 60 han existido organizaciones que se dedican al levantamiento y análisis de datos sobre las ciudades, pero no fue sino hasta 1996 con la creación del Observatorio Urbano Global de las Naciones Unidas que este movimiento ganó mayor tracción. Esta red global es el esfuerzo más notable en cuanto a la creación de observatorios urbanos, con al menos 187 organismos asociados que trabajan en el monitoreo de los indicadores relevantes para los objetivos de desarrollo establecidos por las Naciones Unidas en diferentes ciudades del mundo.
El Observatorio Urbano Global y el establecimiento de indicadores de forma coordinada facilita la comparación de casos y la evaluación de políticas implementadas en diferentes contextos, haciendo de los observatorios una herramienta relevante para el apoyo de programas de desarrollo por parte de instituciones multilaterales, así como para la transferencia de conocimientos entre diferentes localidades y escalas geográficas.
Los observatorios urbanos pueden estar basados en diferentes tipos de instituciones como universidades, entes gubernamentales con roles específicos de análisis estadístico o gobernanza urbana, o incluso pueden funcionar de forma independiente. Un reciente proyecto de investigación desarrollado por el Connected Cities Lab estudió 32 observatorios de todo el mundo, de los cuales cerca del 60% están basados e institucionalizados en una universidad, 25% funcionan de forma independiente y 16% son parte de alguna entidad gubernamental. De igual forma, los observatorios suelen ser financiados por una combinación de fondos proveniente de entes gubernamentales, universidades, apoyo filantrópico y el sector privado.
Usualmente, estos organismos se especializan en una o varias áreas temáticas de interés urbano específicas. De los 32 casos revisados por los equipos de la Universidad de Melbourne y UCL a través del Connected Cities Lab, la mayoría de los observatorios están enfocados principalmente en la sostenibilidad ambiental o temas de vivienda y gestión del suelo, así como también gobernanza, movilidad urbana y justicia social. Sin embargo, estos temas no son excluyentes el uno del otro y es común que un observatorio trabaje varios de ellos de forma simultánea.
Datos, información y conocimiento
En la actualidad, las tecnologías de información, el uso de dispositivos móviles y la infraestructura de recolección de datos de los gobiernos y el sector privado son todos parte de un ecosistema que aporta información sobre las dinámicas de las ciudades, bien sea de forma directa o indirecta. El acceso a datos es fundamental para desarrollar políticas públicas que influyan positivamente en la competitividad, la gobernanza, la rendición de cuentas y la transparencia política en las ciudades, ya que permiten obtener un diagnóstico más acertado sobre las condiciones urbanas existentes.
El objetivo de los observatorios urbanos es aprovechar al máximo este recurso para impulsar el desarrollo sostenible. A pesar de que son entendidos inicialmente como espacios de monitoreo, también se han convertido en actores que buscan influir directamente en la planificación urbana y territorial a través del activismo o servicios de consultoría, sobrepasando su rol inicial y transformándose en agentes activos dentro del ecosistema de la planificación urbana. Esto es posible ya que su trabajo es publicado en diferentes formatos, desde reportes de investigación hasta mapas interactivos con el uso de Sistemas de Información Geográficos (SIG), sirviendo de puente, no solo entre los investigadores y los tomadores de decisiones, sino también entre la sociedad civil y los actores políticos.
A pesar de que hay poca investigación alrededor del impacto de los observatorios en la implementación de políticas urbanas, con su explícito pero no limitado rol de monitoreo sobre las condiciones urbanas, son organizaciones capaces de apoyar en la transferencia de conocimiento entre la investigación y la implementación de políticas públicas, sirviendo, además, de plataforma para el diálogo entre actores que influyen en el desarrollo de las ciudades.
Foto de portada: composición elaborada por Transecto.
