Un componente crítico de nuestras ciudades es la capacidad que tienen las personas de llegar a donde necesiten ir. La mayoría de nuestras calles están diseñadas con el propósito de que los vehículos se movilicen de forma más rápida y eficiente y, en consecuencia, tenemos kilómetros de autopistas en contraposición con calles que cuentan con aceras desiguales y desconectadas, ausencia de cruces peatonales, falta de ciclovías, entre otros. Esta priorización del uso del automóvil no sólo aumenta el aislamiento social y físico de los no conductores, sino también incrementa los peligros impuestos a todos los demás usuarios que no cuentan con una infraestructura de calidad para desplazarse.
Si antes la guerra por el espacio se centraba en los peatones y los autos, hoy día esa batalla se ha expandido a otros usuarios. Esto, porque las formas de desplazamiento en las ciudades han cambiado. En la última década hemos observado la diversificación de los modos de transporte: bicicletas compartidas, scooters eléctricos, monopatines, etc. También hemos sido testigos – y usuarios – de la masiva aparición de plataformas móviles que permiten que un gran número de trabajadores independientes transporten en bicicleta diferentes servicios y productos hasta la puerta de nuestros domicilios. El surgimiento de todas estas modalidades ha puesto en evidencia la inconveniencia de diseñar nuestras calles centrados exclusivamente en el uso del automóvil particular.
Para que las ciudades sean productivas, atractivas y habitables, las calles deben favorecer modos de viaje más eficientes como caminar, andar en bicicleta y utilizar el transporte público. El movimiento de Calles Completas (Complete Streets) busca alentar a las instituciones y agencias de planificación locales a cambiar las políticas y los procedimientos en el diseño de las vías urbanas, promoviendo la multimodalidad como eje fundamental.
Redefiniendo la movilidad
Las Calles Completas son calles para todos. Su diseño está orientado a proporcionar acceso seguro a todos los usuarios de todas las edades y capacidades (peatones, ciclistas, automovilistas, transporte público). La planificación de Calles Completas reconoce que las vías urbanas cumplen diferentes funciones que incluyen la movilidad, la recreación y el encuentro con la comunidad, y que los usuarios también varían incluyendo camiones de carga, buses, niños/as, personas con discapacidad, adultos mayores, ciclistas, etc.
No existe un diseño específico para las Calles Completas. Cada contexto es único y responde a las necesidades comunitarias. Una calle completa puede incluir: aceras, ciclovías, carriles especiales para buses, paradas de transporte público, cruces peatonales frecuentes y seguros, señales peatonales accesibles, rampas para acceso a personas con discapacidad, entre otros. Lo fundamental de esta iniciativa es que el diseño de calles debe incorporar elementos particulares para cada segmento de la población.
El nuevo paradigma de planificación del transporte enfatiza la accesibilidad y el multimodalismo (peatones, ciclistas, automóviles, transporte público, etc). Reconoce que los viajes en automóvil rara vez son un fin en sí mismos y que el objetivo final de los desplazamientos es la capacidad de alcanzar los servicios y actividades deseadas a través de una red general que sirva a todos los usuarios.
Fuente: Elaborado en base a Seattle Streets Illustrated.
Beneficios para todos
Los beneficios asociados al diseño e implementación de Calles Completas son múltiples. Estos incluyen:
- Comunidades habitables: ayuda a crear comunidades habitables ya que mejoran la equidad y la seguridad, al tiempo que reducen los costos de transporte y los problemas de tránsito. Una variedad de opciones de transporte les permite a todos, especialmente a niños, personas con discapacidades y a los adultos mayores, salir y mantenerse conectados con la comunidad.
Esto es de especial importancia si consideramos la cantidad de personas que no pueden desplazarse con facilidad en nuestras ciudades. La Encuesta Nacional de Viajes Domésticos de Estados Unidos demuestra que la falta de aceras y lugares seguros para movilizarse en bicicleta son las razones principales por las que las personas no caminan más o se movilizan en otros medios de transporte. Además, el 47% de los estadounidenses mayores de 50 años manifiestan que no pueden cruzar las calles principales cerca de sus hogares de manera segura.
- Reducen accidentes y el riesgo para peatones y ciclistas: estudios apuntan a una mejoría en la seguridad con la implementación de Calles Completas y a una baja en el número de personas heridas en colisiones.
El informe anual Dangerous by Design realizado por la Coalición Nacional de Calles Completas de Estados Unidos, indica que entre 2008 – 2017, 49.340 personas fueron atropelladas (y fallecieron) mientras caminaban. Las muertes de peatones aumentaron un 35% durante la última década, incluso cuando todas las muertes por accidentes de tránsito disminuyeron. Para colocarlo en contexto: esta cifra representa 13 muertes por día – una persona cada hora y 46 minutos. En el mismo período, 7.327 ciclistas fueron atropellados por conductores. Las mejoras de seguridad tienen un valor financiero real: en Estados Unidos, condiciones más seguras creadas por los proyectos de Calles Completas evitaron un total de $18.1 millones en costos de accidentes y lesiones en solo un año. Adicionalmente, los carriles para bicicletas reducen las tasas de lesiones en aproximadamente un 50%.
- Promueven la actividad física y mejoran la salud: las Calles Completas proporcionan lugares más seguros y cómodos para lograr actividad física a través del transporte. El transporte activo y la actividad física tienen más probabilidades de ocurrir en lugares con una variedad de usos del suelo, una red integral de instalaciones para peatones, bicicletas y transporte público.
Un estudio realizado en el condado de King, en el estado de Washington, demostró que los residentes de áreas con baja conectividad en las calles y una variedad limitada de rutas de transporte público, utilizaron el automóvil particular un 26% más que aquellos residentes que viven en vecindarios transitables, con buena conectividad y mayor mixtura de usos del suelo.
- Promueven la reactivación de espacios comerciales y culturales: al tener la posibilidad de acceder a distintos lugares sin necesidad de contar con un auto particular, los ejes comerciales y culturales se reactivan. Esto también reduce la necesidad de destinar amplios espacios para el uso de estacionamientos.
- Contribuyen a la reducción de emisiones contaminantes: las Calles Completas ayudan a reducir las emisiones de carbono y son parte importante de una estrategia de cambio climático.
Asegurar la efectividad es tarea de todos
Las Calles Completas comprenden más factores que el simple cambio físico de vías urbanas de una comunidad. Una política de Calles Completas debe garantizar que los nuevos proyectos urbanos se planifiquen, diseñen y construyan con calles que satisfagan las necesidades de todos los usuarios. Esto implica modificar los manuales de diseño, las ordenanzas y resoluciones que determinan las características viales según su función en el espacio urbano.
Las acciones que contemplan las Calles Completas deben estar incorporadas en los presupuestos municipales. Dada la baja capacidad de ciertos municipios para recaudar recursos para este fin, es importante establecer mecanismos de financiamiento que permitan su planificación, diseño e implementación. Adicionalmente, es imprescindible establecer y fortalecer los distintos departamentos e instituciones involucradas en el transporte y gestión de las ciudades para integrar el diseño de Calles Completas en proyectos de infraestructura a gran escala, en nuevos desarrollos públicos y privados y en los rediseños y rehabilitaciones urbanas de ciertos sectores de la ciudad.
Como toda intervención urbana, las Calles Completas necesitan de la colaboración de partes interesadas del sector público, privado y de la sociedad civil, así como representantes de grupos ciclistas, adultos mayores, personas con discapacidad, activistas del medio ambiente, etc. Para ello algunas ciudades han establecido un comité para supervisar su implementación.
Foto: Smart City Memphis.
El monitoreo garantiza el éxito
El éxito de las iniciativas en la ciudad solo puede ser determinado a través del uso de medidas de desempeño. Las métricas ayudan a garantizar que los proyectos construidos están logrando sus objetivos. Pero los indicadores de éxito pueden variar según los objetivos de cada comunidad, por tanto, la evaluación de resultados debe también ser específica según los fines declarados en la construcción de Calles Completas.
El Centro de Toronto para el Transporte Activo evalúa el rendimiento de 21 indicadores centrados en cuatro objetivos generales:
- Mayor transporte activo y sostenible,
- Mayor seguridad,
- Mejor nivel de servicio y
- Mejoras en el entorno del vecindario circundante.
En Estados Unidos, la Coalición Nacional de Calles Completas establece diferentes indicadores que pueden ser medidos para evaluar el éxito de las políticas. Adicionalmente, el Atlas Nacional de Políticas de Calles Completas referencia las políticas e identifica diferentes herramientas para su implementación y seguimiento: leyes y ordenanzas, resoluciones, políticas internas o políticas ejecutivas, planes, manuales o guías de diseño, entre otros.
Integrar las calles a las dinámicas de la ciudad es primordial
La congestión de nuestras calles es cada vez más evidente. Observamos con más frecuencia las disputas sostenidas entre organizaciones de ciclistas y peatones contra el creciente dominio de los espacios de circulación por los automóviles particulares. Si bien la mayoría de nuestras calles fueron diseñadas priorizando su movilización y no todas pueden ser rediseñadas en el corto plazo, la implementación de algunas estrategias como la reducción de carriles para los vehículos, la eliminación de estacionamientos en las calles, la implementación de cruces peatonales, la mejora en el mobiliario urbano destinado a peatones y ciclistas, pueden contribuir a mejorar la efectividad de nuestras vías para todos y transitar paulatinamente a la implementación de Calles Completas.
Pero el diseño de las vías es solo un aspecto de la efectividad de esta iniciativa. La forma en la que las calles se interrelacionan con la red de transporte y con las actividades de la ciudad también son aspectos fundamentales para garantizar su éxito. Las ordenanzas de zonificación deben favorecer un desarrollo urbano basado en los usos de suelo mixtos y orientados al tránsito entre hogares, lugares laborales, escuelas y lugares de recreación en estrecha proximidad. Las franjas comerciales pueden convertirse en grandes bulevares seguros para caminar y andar en bicicleta, mientras que los sectores más residenciales deben contar con calles que sean accesibles para todos los usuarios y, especialmente, deben garantizar que la población más vulnerable pueda mantenerse conectada con su comunidad.
Foto de portada: Elaborada en base a Street Mix.