Cómo la distancia social va condicionando la interacción en espacios públicos de Upper Manhattan

Este relato visual muestra cómo las zonas residenciales de Upper Manhattan comienzan a adaptarse a las normas de convivencia dictadas tras la llegada del coronavirus.

La primavera se empieza a asomar en Sugar Hill, entre comercios cerrados y aceras sin caminantes que suelen brindar dinamismo a lo largo de Broadway.

Primeros vestigios de primvaera entre comercios sin clientes

Foto: Alexandra Paty Díaz.

Los pequeños comercios en las plantas bajas de los edificios residenciales en Inwood permanecen cerrados a pesar de estar listados como lugares de primera necesidad.

Pequeños comercios cerrados en zona residencial

Foto: Alexandra Paty Díaz.

Siguen viéndose personas caminando en las aceras de Hudson Heights a pesar de que la mayoría de los negocios no están abiertos. Algunos incluso ocupan la calle para respetar los seis pies (dos metros) de distancia.

Caminantes frente a comercios cerrados

Foto: Alexandra Paty Díaz.

En Hamilton Heights, los delis siguen manteniéndose como lugares de congregación en las aceras, siendo uno de los pocos puntos donde la distancia entre personas no se respeta.

Los delis se convierten en nuevos puntos dinámicos en las aceras

Foto: Alexandra Paty Díaz.

En Inwood, las esquinas de las aceras permiten conversaciones entre conocidos. Pero su limitado espacio también obstaculiza al caminante que debe evadir y ocupar la calle para continuar su camino.

Conversar en la acera se optimiza en las esquinas

Foto: Alexandra Paty Díaz.

Las escaleras de la Catedral de San Juan El Divino en Morningside Heights, donde se suelen ver a fieles congregarse antes de un servicio religioso o un evento musical, así como a estudiantes de la Universidad de Columbia, ahora se ven ocupadas por unos pocos transeúntes que aún las utilizan como espacio público.

El espacio de congregación de la iglesia sin fieles que ocupen su escalera

Foto: Alexandra Paty Díaz.

En las cercanías del Parque Estatal Riverbank, donde cada asiento en primavera suele estar ocupado por múltiples personas, el distanciamiento social se regulariza con solo un usuario o un par por banco, o incluso con un banco de separación.

Distanciamiento social en ejercicio a lo largo del Parque Riverside

Foto: Alexandra Paty Díaz.

Los bancos elevados característicos del Parque Fort Tyron no suelen estar ocupados. Sin embargo, los adolescentes empiezan a ocupar estos espacios públicos respetando la distancia sugerida y aprovechándose de los arbustos para separarse de las personas que transitan  por la caminería principal.

Adolescentes ocupando el espacio público con distancia

Foto: Alexandra Paty Díaz.

El brocal que absorbe el cambio de nivel entre el sendero y el Jardín Heather, se ha convertido en un nuevo lugar contemplativo. Las personas pausan su paseo y en vez de ocupar los usuales bancos, ocupan el brocal distanciados de otros.

Los seis pies son respetados aun ocupando espacios inusuales en el Parque Fort Tyron

Foto: Alexandra Paty Díaz.


Foto de portada: Alexandra Paty Díaz.

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