El mundo genera más de 2.000 millones de toneladas de desechos sólidos al año y, según estimaciones del Banco Mundial, al menos el 33% no se gestiona de manera segura para el medio ambiente. La mayoría de los desechos son dispuestos en algún tipo de vertedero y sólo el 19% se recupera mediante reciclaje o compostaje.
Ante este panorama y, entendiendo la importancia de migrar hacia una economía y un estilo de vida más sostenible, en la última década ha cobrado relevancia el concepto de economía circular, un modelo de producción y consumo que pretende extender el ciclo de vida de los productos que consumimos al reutilizarlos, renovarlos y reciclarlos. El aumento de la demanda de materias primas, la escasez de recursos, las emisiones de dióxido de carbono y el cambio climático, son factores que relevan la importancia de adquirir una nueva mirada sobre el uso más inteligente de nuestros recursos.
¿Cómo avanzamos? En marzo de 2020, la Comisión Europea presentó el Plan de acción para la Economía Circular que tiene como objetivo generar productos más sostenibles y reducir la cantidad de residuos, especialmente los plásticos, textiles, electrónicos y materiales de construcción. Más allá de lo expuesto inicialmente en el plan, en febrero de 2021 el Parlamento Europeo exigió la incorporación de medidas adicionales para avanzar a una economía neutra en carbono, sostenible y libre de tóxicos, lo que incluye la implementación de leyes más estrictas para el reciclaje y la reducción de la huella ecológica. Aunque los avances al momento y, especialmente, los acuerdos internacionales que se han acordado en instancias como la COP27 nos parezcan insuficientes, lo cierto es que algunas ciudades han ido implementando diferentes medidas que vale la pena revisar y replicar.
Las ciudades como epicentros de un futuro más sostenible
Las ciudades son motores potenciales de la transición hacia una economía circular. Actualmente, los centros urbanos consumen entre el 60% y el 80% de los recursos naturales a nivel mundial; producen el 50% de los residuos globales y el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El desarrollo circular requiere una transformación socioecológica de nuestros sistemas urbanos, una transición del modelo de producción y consumo lineal hacia un modelo que contemple la regeneración ecológica y la reutilización de los recursos. Es por ello que la planificación urbana tiene un rol crucial en la consolidación de un modelo de desarrollo circular; esta debe contemplar la infraestructura necesaria para proporcionar espacios para actividades circulares.
¿Cuánto hemos avanzado? Recientemente, la agencia Bloomberg, en colaboración con el Grupo Holcim – empresa multinacional que fabrica materiales de construcción – elaboraron el Barómetro de Ciudades Circulares con el objetivo de evaluar y medir distintas ciudades en materia de sustentabilidad. Nos parece relevante revisar esta medición, así como algunas iniciativas que se están llevando a cabo en diferentes latitudes, las cuales pueden aportar a la discusión sobre las posibilidades que tenemos para avanzar hacia un desarrollo más sostenible.
Barómetro de ciudades circulares
Creado por Holcim y Bloomberg Media Studios, mide qué tan rápido 25 ciudades globales están pasando de una economía lineal (tomar, utilizar y desperdiciar) a una economía circular (reducir, reutilizar y reciclar).
¿Qué ciudades participan en el barómetro?
Las 25 ciudades fueron seleccionadas entre las casi 100 ciudades cuyos alcaldes participan en el C40, una red global de colaboración para abordar la crisis climática. Se contemplaron criterios de representatividad para que todas las regiones del mundo estuvieran incluidas.
¿En qué consiste el barómetro?
Se calificaron las ciudades en función de su desempeño en 12 indicadores de circularidad que son ponderados según su importancia y la calidad y cantidad de datos disponibles. El proceso de ponderación contempla:
- El impacto que tiene una categoría o indicador en la circularidad de una ciudad.
- El número de ciudades que participan en un mismo indicador.
- El número de ciudades que tienen datos para un mismo indicador.
¿De dónde provienen los datos?
Se recopilaron datos de fuentes secundarias disponibles hasta marzo de 2022. Siempre que fue posible, se utilizó una única fuente de datos para cada indicador, pero algunas ciudades requirieron el uso de fuentes de datos alternativos como estimaciones o cifras nacionales. El detalle de la fuente de los datos para cada indicador se puede observar en la página web del barómetro.
¿Qué categorías componen el barómetro?
- Edificios circulares: contempla la medición de tres indicadores que refieren a la eficiencia energética (a) o intensidad de uso de energía de las edificaciones; la temperatura urbana (b) en donde se insertan los edificios en comparación con las áreas circundantes; y la cantidad de edificios certificados (c) como verdes según las distintas mediciones y estándares internacionales.
- Sistemas circulares: se midió la cantidad de energía que proviene de fuentes renovables en la ciudad (a); el reciclaje (b), referido a la cantidad de desechos sólidos que son enviados a vertederos o incineradoras; y el reciclaje de agua (c) en relación a cuánto de las aguas residuales son tratadas de manera segura.
- Vida circular: esta categoría se compone de tres indicadores que miden los espacios verdes (a) en función de qué proporción de la ciudad está cubierta por árboles y vegetación; el transporte (b), medido por la proximidad que tienen distintos puntos de la ciudad al transporte público; y la economía colaborativa (c) en la cual se evaluaron cuántos programas de movilidad compartida existen (bicicletas y scooters).
- Liderazgo circular: se midió en base a tres indicadores que refieren a la inclusión de la ciudad en el Acuerdo de París (a); las políticas de economía circular adoptadas (b), referido a cuántos compromisos y logros ha tenido la ciudad en la transición hacia una economía circular; y la inversión (c) o la existencia de incentivos financieros que otorga la ciudad para adoptar energías renovables para el transporte y las edificaciones.
Ranking global: ¿cuáles son las ciudades que presentan mejores niveles de circularidad?
Algunas iniciativas para avanzar hacia la sostenibilidad
- Edificios circulares
La mayoría de las ciudades que lideran el ranking en esta categoría incorporan paneles solares en las edificaciones como estrategia para reducir el consumo de energía. En el caso de Londres (#1)*, el programa Mayor’s Retrofit Accelerator–Workplaces (RE:FIT) ha contribuido a la modernización de unos 700 edificios públicos, ahorrando más de 35.000 toneladas de CO2 al año y reduciendo los costos de energía del sector público.
Además de la incorporación de paneles solares (ej: Ciudad Sostenible en Dubai), algunas ciudades están experimentando otros sistemas de generación de energía. En Nueva York (#3), el edificio Hudson Yards y la Torre Bank of America tienen generadores de electricidad a gas, mientras que el condominio The Visionaire (primer barrio residencial de la ciudad con certificación LEED Platino) cuenta con energía fotovoltaica.
Parte importante de la sostenibilidad de una edificación es la utilización (y reutilización) de aguas de lluvia. En Dubai (#2), el edificio Sede de Pacific Control utiliza agua reciclada para los inodoros, lo que ha reducido su consumo en un 69%. La Torre Bank of America de New York (#3) también cuenta con un sistema de aguas grises que capta el agua de lluvia y la utiliza para descargar inodoros o se trata y recicla, reduciendo las salidas de aguas residuales en un 95%.
En Europa encontramos también el proyecto de vivienda calificado como el más sostenible del mundo. El vecindario UN17 Village, en Copenhague (#5), comprende 400 casas que traducen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Posee una sofisticada red de sensores para mejorar la eficiencia de los edificios y, además, se revisa constantemente el consumo de energía y agua para minimizar las emisiones de CO2 asociadas. Adicionalmente, desde 2010 la ciudad estipuló que la mayoría de los edificios nuevos tengan techos verdes plantados con césped o arbustos que contribuyan a capturar partículas y ayuden a limpiar el aire.
Por otra parte, en París (#4) se está llevando a cabo un proceso de rediseño para que distintos edificios de oficinas en desuso se transformen en viviendas (por ejemplo, para estudiantes). La ciudad ganó el Premio Europeo de Vivienda Responsable en 2022 y, el proyecto Bertelotte con 139 unidades, se ha convertido en referente internacional por haber utilizado materiales de base biológica y principios de la economía circular.
UN Village de Copenhague. Fuente: UN17Village by NREP.
- Sistemas circulares
La primera ciudad en el ranking de esta categoría es Montreal (#1) gracias a su Programa de Planificación del Sitio e Integración Arquitectónica y a sus reglamentos de zonificación para la recolección de agua de lluvia en superficies. Por su parte, otras ciudades como Seattle (#2) destacan por el uso de energía eléctrica y por su política de reciclaje. Alrededor del 84% de la energía de la ciudad es suministrada por hidroelectricidad y el Plan de Acción de la Flota Verde de Seattle (2018) está eliminando gradualmente el uso de combustibles fósiles. La ciudad es líder en electrificación de flotas, con más de 200 vehículos eléctricos, cientos de vehículos híbridos y el centro de carga de vehículos eléctricos propiedad del gobierno más grande de EEUU.
Un proceso similar se está desarrollando en Zurich (#3), en donde los trenes de los Ferrocarriles Federales Suizos, así como el tren del aeropuerto a la ciudad, funcionan con un 90% de energía hidroeléctrica y para 2025 estarán alimentados por fuentes 100% renovables. Además, miles de sensores monitorean el tránsito y ajustan los semáforos para controlar la congestión. En el caso de la ciudad de Auckland (#4), el plan de reducción de emisiones del transporte del ayuntamiento exige la electrificación del 100% de los trenes, el 70% de los autobuses y el 75% de los transbordadores para 2030.
En esta misma ciudad (Auckland), también destaca como sistema circular el techo verde del Centro de Seguros de Nueva Zelanda que proporciona aislamiento térmico y ha reducido la huella de carbono de la edificación y el techo verde del edificio interactivo Te Kaitaka del Aeropuerto Internacional de Auckland, que es el más grande del hemisferio sur.
Copenhague (#5) también lidera el ranking por su sistema de calefacción urbana de última generación que proporciona calor para el 95% de la ciudad. Para lograr la eficiencia del sistema, una amplia red de tuberías recoge y distribuye el calor residual de las incineradoras y fábricas y lo combina con el calor de otras fuentes, como las plantas termosolares. La calefacción urbana ha sido fundamental para que Copenhague reduzca sus emisiones en un 40% en menos de 20 años. En 2010, la ciudad introdujo la refrigeración urbana, que utiliza el mismo sistema para bombear agua de mar fría desde su puerto y sirve como una alternativa ecológica al aire acondicionado.
Electrificación de la flota municipal y puntos de carga para vehículos eléctricos, Seattle. Fotos: U.S. Department of Enegy (izquierda) y City of Seattle (derecha).
- Vida circular
Las principales ciudades que lideran esta categoría cuentan con importantes sistemas de movilidad sostenible. En 2021, Berlín (#1) aprobó la primera ley de peatones del país. El ciclismo y los velotaxis son los principales modos de transporte y, para sostener la movilidad eléctrica, la ciudad dispone de casi 1.200 estaciones de carga EV, la mayor cantidad de cualquier ciudad alemana. Además, cuenta con una zona de bajas emisiones en el centro de la ciudad y la menor cantidad de automóviles por habitante en Alemania.
Al igual que Berlín, Zurich (#2), Seattle (#3) y Varsovia (#4) han apostado por una movilidad sustentable con una extensa red de corredores para bicicletas, así como estaciones de bicicletas de alquiler. El sistema de bicicletas compartidas Veturilo de Varsovia, el quinto más grande de Europa, tiene más de 300 estaciones y más de 4.500 bicicletas, y su popularidad sigue aumentando.
Mientras que la agricultura de interior ha despegado en Berlín y han proliferado los restaurantes verticales “de la granja a la mesa” que cultivan sus propias verduras, en Zurich la organización Edible Roofs está creando una plataforma de producción de alimentos urbanos en las azoteas para que los ciudadanos puedan compartir o alquilar un espacio de jardinería en una azotea de su área. Por su parte, Johannesburgo (#5) cuenta con un programa de resiliencia alimentaria que ha establecido 50 cooperativas, cuatro nuevas granjas y una zona agrícola urbana donde los agricultores pueden cultivar y vender productos.
En términos de áreas verdes, Zurich cuenta con 80 m2 de espacio verde por habitante, de los cuales 54 m2 son bosques, lo que ayuda a reducir los niveles de CO2. En Seattle, el Plan integral de gestión de bosques urbanos, actualizado cada cinco años, comprende un equipo conformado por distintas agencias de la ciudad, voluntarios y grupos comunitarios en la planificación, plantación y mantenimiento en 2.500 acres (1011 hectáreas) de parques urbanos boscosos.
Finalmente, Varsovia destaca por contar con el sistema de calefacción urbana más grande de Europa, que es mucho más eficiente que el uso de calderas para edificios individuales. La capital reemplazó recientemente 111 subestaciones de calefacción grupales con 810 subestaciones más pequeñas, aumentando el control de temperatura y ahorrando otras 20.000 toneladas métricas de emisiones de CO2 al año.
Jardín comunitario en antiguo aeropuerto de Tempelhofer, Berlín. Fotos: Dagmar Schwelle.
- Liderazgo circular
París lidera el ranking (#1) de esta categoría gracias a los avances en la aplicación de la ciudad de 15 minutos, cuyo objetivo es acondicionar los espacios para que todos puedan vivir dentro de los 15 minutos de tiempo de viaje a pie o en bicicleta a las seis actividades urbanas principales: vivienda, trabajo, movilidad, educación, salud y ocio. La ciudad está ejecutando dos estudios públicos que tendrán un impacto en su planificación de la ciudad de 15 minutos y está planteando diversas ideas para transformar 60.000 espacios de estacionamiento en espacios públicos.
Otra de las políticas que destacan en esta categoría es la estrategia de gestión de residuos de Toronto (#2) con el fin de lograr su objetivo de cero residuos y una economía circular. Por su parte, el Senado de Berlín (#3) reconoció la emergencia climática y en 2021 adoptó medidas de acción climática para edificios, transporte y energía. Alemania planea volverse neutral en carbono para 2045, y Berlín planea eliminar el uso de carbón para 2030. Además de ello, la ciudad fomenta la economía sostenible a través del desarrollo comunitario y la educación, y el portal StartGreen otorga premios para apoyar a las nuevas empresas centradas en productos y procesos sostenibles.
En Latinoamérica, la primera ciudad en alcanzar el top 5 en alguna categoría es Ciudad de México (#4). El proyecto del aeropuerto de Texcoco se detuvo en el año 2019 y se está aprovechando la oportunidad para convertir el sitio en un lago y un parque nacional protegido. Entendiendo que Ciudad de México ha perdido casi todos sus cuerpos de agua naturales, esta decisión genera un impulso para que las autoridades nacionales y municipales protejan las áreas naturales de la ciudad.
Finalmente, Copenhague (#5), una de las ciudades más sostenibles del mundo, destaca en esta ocasión por su compromiso de lograr cero emisiones antes que cualquier otra capital europea, estableciendo proyectos de investigación con diversas organizaciones danesas. Copenhagen Solutions Lab (CSL), una sección de la administración de la ciudad, trabaja con empresas y tecnologías inteligentes para crear soluciones basadas en datos y actúa como puente entre los socios externos y las iniciativas de ciudad inteligente de Copenhague.
En 2021, CSL publicó los resultados de un proyecto iniciado por la Universidad Técnica de Dinamarca que probó cómo se puede utilizar la inteligencia artificial para optimizar la temperatura en el sistema de calefacción de la ciudad mediante la predicción de la demanda de calor. Gracias a la precisión de estos métodos basados en datos, el proyecto piloto mostró que la temperatura se podía reducir en aproximadamente 5 grados centígrados, lo que también redujo las fluctuaciones de temperatura y los costos de mantenimiento en toda la ciudad.
Programas y políticas de Berlín para combatir el cambio climático y lograr cero emisiones en 2045. Fuente: Senate Department forthe Environment, Urban Mobility, Consumer Protection and Climate Action.
Aunque a gran escala las proyecciones sobre el cambio climático auguran un panorama no tan optimista en el corto plazo, lo cierto es que muchas ciudades han emprendido acciones que permiten reconducir la forma en la que planificamos y construimos nuestro entorno. Las iniciativas abordadas en este artículo son solo una muestra de lo que podemos hacer y cómo podemos contribuir en la consolidación de un futuro más sostenible. Para más iniciativas, puedes visitar la página oficial del barómetro.
* Para cada una de las cuatro categorías se indicó entre paréntesis el puesto que ocupan las ciudades mencionadas.
Foto de portada: Bloomberg.